Actualización de Atlas de Riesgo

¿Qué es un Atlas de Riesgo ?

Un atlas de riesgo incluye información sobre los peligros naturales (como terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra, tsunamis, entre otros) y antropogénicos (como accidentes industriales, incendios forestales, contaminación del agua y del aire), así como datos sobre la exposición y vulnerabilidad de la población, infraestructuras y recursos naturales.

¿Cuál es el propósito principal de un atlas de riesgo?​

El propósito principal es proporcionar información clara y accesible sobre los riesgos presentes en una determinada área, con el fin de aumentar la conciencia pública, apoyar la toma de decisiones en la gestión del riesgo y contribuir a la reducción del impacto de desastres en la población y el entorno.

¿Cómo puede utilizarse un atlas de riesgo en la planificación del desarrollo urbano y territorial?

Un atlas de riesgo puede utilizarse para identificar áreas de alto riesgo y evitar la ocupación o desarrollo no planificado en esas zonas, así como para diseñar medidas de mitigación, preparación y respuesta frente a eventos adversos, asegurando un desarrollo sostenible y resiliente.

PREGUNTAS FRECUENTES​

Un Atlas de Riesgo es una herramienta técnica y geoespacial que identifica, analiza y representa los riesgos naturales, antropogénicos y tecnológicos a los que está expuesto un territorio.
Incluye mapas temáticos, diagnósticos de vulnerabilidad, escenarios de riesgo y estrategias de mitigación.

Sirve para planificar el desarrollo urbano y territorial de forma segura, prevenir desastres y orientar decisiones sobre uso de suelo, infraestructura, y protección civil.
En su versión actualizada, también se usa para evaluar cambios recientes (como crecimiento urbano o nuevas amenazas climáticas).

La actualización consiste en revisar, complementar y modernizar la información existente del Atlas de Riesgo con nuevos datos geográficos, censales, climáticos y normativos.
Permite reflejar las condiciones actuales del territorio, nuevas obras, población o amenazas emergentes (como incendios forestales o inundaciones).

Porque los riesgos cambian con el tiempo: crecen las ciudades, se modifican cauces, ocurren nuevos fenómenos o cambia la normativa.
Un atlas desactualizado pierde validez técnica y jurídica, lo que puede afectar la gestión del territorio y el acceso a recursos de Protección Civil o fondos federales.

Solo pueden hacerlo entidades o consultoras acreditadas ante: CENAPRED (Centro Nacional de Prevención de Desastres) Secretarías de Protección Civil Estatales o Municipales Instituciones académicas o profesionales con experiencia en geografía, protección civil, ingeniería civil o ambiental.
  • Registro vigente en el Padrón de Consultores en Protección Civil.

  • Experiencia comprobable en SIG (Sistemas de Información Geográfica), cartografía y evaluación de riesgos.

  • Cumplimiento de la Guía Metodológica del CENAPRED y normas aplicables (por ejemplo, Ley General de Protección Civil y su Reglamento).

Depende del tamaño del municipio o zona de estudio

El tiempo incluye la recopilación de datos, trabajo de campo, modelado, análisis SIG y validación institucional.

El proceso incluye:

  1. Solicitud oficial al municipio o consultora acreditada.

  2. Revisión del Atlas anterior (si existe).

  3. Levantamiento de información actualizada (topografía, población, infraestructura).

  4. Análisis de amenazas, vulnerabilidad y escenarios.

  5. Validación ante Protección Civil y entrega digital (SIG, PDF y base de datos).

Puedes hacerlo a través de:

  • La Dirección Municipal o Estatal de Protección Civil, que canaliza el trámite.

  • Consultoras especializadas registradas ante CENAPRED.

  • Universidades o centros de investigación que ofrezcan servicios técnicos en gestión del riesgo.

El costo depende del área y complejidad

El costo incluye trabajo técnico, modelado geoespacial, personal especializado y equipo.

  • Mapas base: topografía, hidrología, geología, uso de suelo.

  • Mapas de amenazas: sísmicas, hidrometeorológicas, químicas, industriales, etc.

  • Mapas de vulnerabilidad: población, infraestructura, servicios.

  • Escenarios de riesgo actualizados y medidas de mitigación.

  • Planes de acción y recomendaciones técnicas.

  • Orienta la planeación urbana y uso de suelo.

  • Apoya la autorización de fraccionamientos y obras.

  • Sustenta los planes municipales de desarrollo urbano.

  • Permite acceder a fondos para reducción de desastres.

  • Ley General de Protección Civil (LGPC).

  • Reglamento de la LGPC.

  • Guía Metodológica para la Elaboración de Atlas de Riesgo (CENAPRED).

  • Programas Nacionales de Gestión Integral del Riesgo.

  • Normas estatales o municipales en materia de desarrollo urbano y protección civil.

  • Diagnóstico del atlas previo (identificar brechas).

  • Recolección de nuevos datos (INEGI, CONAGUA, IMPLAN, etc.).

  • Actualización cartográfica y base SIG.

  • Reanálisis de amenazas y vulnerabilidad.

  • Validación con autoridades y publicación digital.

  • Cumplimiento normativo ante Protección Civil y SEMARNAT.

  • Identificación de zonas seguras para expansión o inversión.

  • Reducción de costos por siniestros o paros operativos.

  • Mejora en seguros y gestión ambiental.

Sí. Las aseguradoras y dependencias públicas pueden solicitarlo como evidencia de análisis de riesgo, especialmente en zonas propensas a inundaciones, sismos o incendios.

  • SIG (ArcGIS, QGIS) para análisis espacial.

  • Modelos hidrológicos, geológicos y climáticos.

  • Análisis multicriterio de vulnerabilidad.

  • Normas CENAPRED y lineamientos de la LGPC.

  • Participación social y validación local.

  • CENAPRED recomienda una actualización cada año, o antes si hay:

    • Cambios urbanos significativos.

    • Nuevas amenazas identificadas.

    • Reformas normativas o cambios en límites municipales.

    Un atlas actualizado garantiza que el crecimiento urbano se realice en zonas seguras, evita asentamientos en riesgo y promueve la resiliencia climática del territorio.

    Un Atlas de Riesgo ayuda a autoridades y urbanistas a identificar zonas de alto peligro, planificar el uso de suelo, diseñar obras de mitigación, elaborar planes de emergencia y priorizar recursos, mejorando la resiliencia y reduciendo pérdidas ante desastres.

    Equipos multidisciplinarios de geólogos, ingenieros, meteorólogos y sociólogos de consultoras especializadas como Consultoría CAC pueden desarrollar tu Atlas de Riesgo; contáctanos para asesoría técnica, acreditaciones y entrega de informes.